Los partidos políticos diferentes a Morena se encuentran ahora en una etapa de trámite ordenada por sus estatutos. Sondean la pertinencia de aliarse con otras fuerzas políticas para dar la pelea en las elecciones de 2021.
La semana pasada lo hizo el PAN, este sábado el PRI lo aprobó en su Consejo político, evento en el que, por cierto, la gobernadora Pavlovich aprovechó para buscar desmentir las versiones que aseguran que se habría entregado ya la próxima elección por parte del Ejecutivo. “…Sonora se compite no se negocia; se gana, no se regala; se convence, no se concede”. Fue el mensaje de la mandataria estatal, que provocó diversas reacciones, entre ellas una rueda de prensa convocada ayer por Morena.
Volviendo a los sondeos: son un mero trámite. El resultado ya se sabe.
Pasada esta etapa estaremos escribiendo la crónica de alianzas anunciadas.
Es lógico que si los partidos diferentes a Morena quieren sacudirse el golpe que les dejó el resultado electoral de 2018, deberán unir fuerzas o formar alianzas. Pareciera que eso lo tiene más claro el PRI que el PAN, cuando la lógica sugiere que a este último le hace más falta sin que ello signifique que el tricolor no lo necesita.
¿Qué tendría el PRI para poner en la mesa?
Es gobierno en el estado; la gobernadora Pavlovich arranca su último año con calificación aceptable; tiene en Ernesto Gándara una figura posicionada y con pocos negativos, y el antecedente inmediato anterior en cuanto a número de votos.
En 2018 para la elección de ayuntamientos el PAN obtuvo en números cerrados 110 mil votos para gobernar 13 de los 72 municipios; el PRI 74 mil votos más y las alcaldías de 33 municipios. En las diputaciones locales, el PAN tuvo 20 mil votos menos que el PRI; en el Congreso del estado el tricolor tiene dos espacios más que el blanquiazul.
En los municipios más poblados del estado, es decir: Hermosillo, Cajeme, SLRC, Nogales, Navojoa y Guaymas, el PRI fue segunda fuerza; el PAN se fue a tercer lugar en cuatro de ellos, pero en Cajeme, por ejemplo, quedó en quinto lugar y en Nogales en cuarto.
Así los números que demuestran la necesidad mutua entre PRI y PAN, más los agregados que puedan sumarse como es claro que ya está apuntado en ese esquema el PRD.
Pero, más allá de siglas es evidente que en esta elección se estará compitiendo por dos caminos: ratificar a Morena para que siga aplicándose la política del presidente López Obrador, o buscar los contrapesos que mitiguen sus efectos.
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