Muchos piensan que las redes sociales pueden ser beneficiosas para quienes las usan. Pero, existe mucha información que es errónea sobre sus efectos y elementos perjudiciales. En el siguiente artículo veremos cómo las redes sociales son adictivas, y cómo estos sitios como Facebook, YouTube, Twitter, etc., afectan la vida de las personas, y por qué lo usan.
Pareciera que cada vez son más los que se cansan o desilusionan con el uso de las redes sociales, sin embargo, no se puede negar que tiene sus beneficios. Puedes entablar comunicación con personas alrededor del mundo y mantenerte en contacto constante con amigos y seres queridos, puedes encontrar y difundir información, puedes comercializar o encontrar productos y servicios, y es muy accesible construir redes sociales o de negocios.
Sin embargo, existe un lado más oscuro, y es que, mucha gente es capaz de abusar de cualquier cosa dentro de las redes.
Cómo las redes sociales son adictivas y empeoran malas conductas
En la mayoría de los casos, la gente usa los medios sociales para poder ser capaces de lidiar con sus emociones más dolorosas que aún no han resuelto, casi siempre sin siquiera saberlo. Es en estos esenarios donde las redes sociales son adictivas y se convierten en un recurso negativo de afrontamiento a esas emociones o incluso, se convierten en una adicción.
Las redes sociales son adictivas si sufres de baja autoestima
Son las redes sociales el perfecto lugar para las personas que sufren de baja autoestima, ya que puedes tener la habilidad de publicar mensajes elaborados de una manera impecable y meticulosa y obtener justo ahí, lo que no puedes de otra manera: los famosos ‘Me gustas’ y corazones. Esto te hará sentir que vales, que eres amado y querido que de otro modo no puedes conseguir. En internet, ya ves, puedes ser lo que quieras.
Aunado a eso, también tenderás a compararte con los demás y eso te hará sentir a continuación que eres mejor o incluso peor que ellos. Es entonces que, cuantos más «me gusta» consigas y más «seguidores» tengas, entonces «mejor» eres como persona. Ne será necesaria ninguna evaluación objetiva, ni tampoco una virtud real. Cuantos más «me gusta» veas en tu publicación y otras maneras de aprobación, mejor te sentirás acerca de ti mismo.
Ninguna introspección será necesaria hacer de tu parte, ni necesitarás ningún proceso de autocuración o superación personal que te lleve a la raíz de tus temores y limitantes, ya que puede ser desafiante y doloroso. No, no, mejor publica, consigue me gustas, validación y asunto arreglado, te sientes mejor.
Ahora… esto se vuelve una trampa también, no lo tienes fácil del todo, porque, ¿qué sucederá cuando no decides publicar, o cuando no recibiste la cantidad de «me gusta» necesarios para equilibrar tu resquebrajada autoestima?
Soledad
Mucha gente usa las redes sociales solo para no sentir esa soledad crónica que los acecha. Ven YouTube o se ponen a seguir a alguien en las redes sociales que les haga sentir una conexión, y con quienes terminan convirtiéndose en sus «amigos» virtuales.
Es parecido a lo que sienten cuando se enganchan emocionalmente con algún personaje de televisión o cine. Pero, en las redes, el vínculo que crean con estos personajes es es aún más fuerte porque resulta ser una «persona real» que, bueno, al final, qué tan real puede ser un personaje en las redes sociales, muchas, sino la mayoría, son muy falsas y manipuladoras.
Y como al final, no es un vínculo real, las emociones terminan siendo artificiales en vez de auténticas. Vives en un mundo falso que no puedes crear de otro modo y que buscas para no sentirte solo, pero en el fondo te sientes miserable y aislado, es así como afecta la vida, tu vida, el decidir vivir en un mundo de fantasía en las redes sociales.
Validación de creencias y moral
Hay algunos que usan las redes sociales para sentir la validación moral e intelectual. Ellos van en busca de información que confirme o refuerce lo que ya creen. Buscan interpretar información de manera que apoye sus creencias. O descartan y se dedican a invalidar la información que las contradiga.
Pero, una persona siempre puede encontrar a otros que estén de acuerdo con ella en las redes sociales, no importa lo ridículo y dañino que puedan ser sus creencias y conductas. Todo puedes encontrar en la web que avale tu conducta: abusadores, trolls, traficantes de personas, facilitadores, pedófilos. En el mundo de internet abundan comunidades donde rinden culto a los comportamientos tóxicos.
Las redes sociales como Facebook ahora te muestren información que saben que te gusta y te permiten ocultar lo que no encaja contigo, así suspiras por un momento dentro de tu burbuja pensando que la razón está de tu lado.
Desinformación
La verdad es que muy pocas personas están dotadas para poder interpretar la información que les llega de una manera precisa y objetiva. La mayoría tiene un mapa muy vago de la realidad que siempre va a ser imposible saber la real verdad detrás de un video, artículo o incluso un estudio que, luego, los hace que sean susceptibles a información que es errónea. La falta de información objetivamente precisa es un problema real, al igual que las habilidades de pensamiento crítico.
Lamentablemente, aceptar o negar la información en base a las emociones rige en vez de regir en hechos y razón. De nuevo, para la mayoría, lo más popular, brillante y entretenido es lo «más verdadero» (confiable). La credibilidad de un personaje y validez de una información se determina aquí con la popularidad.
Todo esto lleva a que muchas ideas horribles pero populares tengan más peso del que realmente tienen porque a la gente le gusta el empaque o la persona (a) detrás de él. Y, como consecuencia, los conceptos que son geniales son descartados como inútiles o falsos sólo por el hecho de que no te gusta el mensaje o el mensajero.
Hoy en día ya todos pueden crear un blog o un canal de YouTube, y dado que la popularidad es en muchos aspectos igual a la competencia y credibilidad, ya cualquiera potencialmente puede presentarse como una autoridad. Y cuando todos somos una autoridad, entonces nadie lo es. La verdad es que no es necesario saber realmente las cosas ni tampoco ser competente. Solo tienes que ponerte a hablar y, por supuesto, ser popular. Puedes, incluso, aumentar tus seguidores, suscriptores, Me gustas, visitas, etc., de manera artificial.
Y claro, porque puedes hacerlo muy fácilmente, siempre podrás desacreditar a alguien diciendo que es falso porque lo único que importa aquí son tus emociones y la identidad que asocias fuertemente con tus ideas.
Dilación y disociación
Muchos sólo usan las redes para pasar horas matando el tiempo ahí, así es que son capaces de estar abriendo YouTube, Twiter, Instagram y Facebook cada 5 minutos de manera adictiva. Lo hacen de manera que posponen las cosas que tiene que hacer. para huir de sus sentimientos, emociones, responsabilidades inmediatas que no les agradan.
Hay incluso, un aspecto de sentirse actualizado, de no sentirse «dejado atrás» si te enteras de las tendencias o «trendings» en la red.
Dentro de todo este proceso, observas pasivamente, entre otras cosas, que tu alimentación es un desastre porque alguien lo está haciendo mejor que tú. Te desanimas, y encima, justificas tu enojo y amargura de ser lo que eres, lo que puede llevarte a actuar con una ira mal resuelta y dirigida, que es lo que sucede con casi todos los que quieren seguir patrones que otros siguen en las redes.
Ira no resuelta, mal dirigida en las redes sociales adictivas
La mayoría de las personas tienen mucho enojo y dolor no resuelto con personas, ya sea individualmente o en grupo, y nada más seguro que las redes sociales para actuar de manera consciente y deliberada sobre sus «enemigos».
Tenemos personas que luchan unas a otras en la sección de comentarios, trolls, personas acechando, desacreditando falsamente, calumniando, saboteando, manipulando, mintiendo, dominando, buscando el poder, acosando, etcétera.
Sin embargo, una persona que puede manejar sus emociones fácilmente no siente la necesidad de hacer estas cosas. No es el caso de la mayoría de las personas en las redes que son todo lo contrario, y lo que hacen es actuar sobre sus inseguridades y traumas al atacar a los demás, eligen peleas, se unen a otros, tratan de ser percibidos como una autoridad o un faro moral cuando no lo son.
Y como es fácil encontrar la validación por parte de otros de todo lo que piensan o hacen, racionalizan su comportamiento tóxico en vez de hacer un trabajo interno por cuenta propia y convertirse en una mejor persona.
Ultimas palabras
En sí mismo, no es ni bueno ni malo que las redes sociales sean una herramienta. Así es como las usamos. Pero al igual que un coche: podemos usarlas para ir del punto A al punto B, para correr, para observar, para huir, para servir, para secuestrar a una persona.
Es pues, inexacto, decir que estos sitios causan depresión o que nos impiden conectarnos en la vida real. Al igual que las armas, los carros o la comida rápida, las redes sociales son inanimadas y no harán nada a menos que llegue alguien y las use de acuerdo con su conveniencia.
Si evitas trabajar directamente contigo mismo, utilizarás ciertos mecanismos para sobrevivir al dolor interno y escapar de la realidad. Drogas, TV, comida, cualquier cosa puede usarse para escapar de la realidad. Serás también susceptible a que otros te manipulen para comprar lo que están vendiendo (falsas ideas, soluciones ineficaces para tus problemas, amor, etc.).
Y si te distingue ser una persona relativamente equilibrada, resuelta, consciente y fuerte mentalmente, podrás ser funcional, feliz, tener una vida socialmente saludable, incluso teniendo los medios sociales a tu disposición. Igual que lo harías con las drogas, la televisión, los videojuegos o la comida.
Siempre será tu elección como lo usas. Pero, siempre es útil conocer las razones, motivos y los objetivos de tus acciones, sin importar lo que hagas en la vida. Si no te satisfacen las redes sociales, puedes cambiar eso hoy.