Placeres a corto plazo son tan importantes como los objetivos de vida

Cuando se trata de empezar a construir una vida que nos traiga satisfacción y bienestar, muchos de nosotros nos centramos en las metas a largo plazo. Qué tipo de trabajo queremos tener, si queremos formar una familia, cómo desarrollar habilidades en algún pasatiempo o interés. Sin embargo, pasamos por alto los simples placeres a corto plazo.

Como tal, a menudo intentamos evitar estos pequeños placeres, considerándolos una distracción de nuestros objetivos más importantes. Pero de acuerdo con un estudio publicado en el Personality and Social Psychology Bulletin, la búsqueda de esos pequeños placeres inmediatos podría ser igual de importante que las metas a largo plazo.

La capacidad de disfrutar e involucrarse en placeres a corto plazo podría no ser igual en todos. En otras palabras, para algunos podría ser más complicado disfrutar pequeñas metas a corto plazo ya que están demasiado enfocados en las de largo plazo.

Estudios explican la importancia de perseguir placeres a corto plazo y la capacidad hedónica

En el primer estudio, el equipo desarrolló una escala de autoinforme para evaluar las diferencias individuales en esta capacidad para perseguir metas «hedónicas».

Las preguntas midieron la capacidad hedónica o qué tan bien se las arreglaban las personas para perseguir placeres a corto plazo. Y midieron también los pensamientos intrusivos sobre objetivos a largo plazo mientras se dedicaban a placeres a corto plazo.

En el siguiente par de estudios, el equipo utilizó la escala para investigar si las personas con capacidad hedónica alta o baja experimentaban un mayor bienestar.

En el primero, los participantes respondieron preguntas de la escala de bienestar de la Organización Mundial de la Salud, que mide el bienestar cognitivo y emocional. Mientras que en el segundo, los participantes completaron la escala de Satisfacción con la Vida, calificándose a sí mismos en ítems como “en la mayoría de los casos, mi vida está cerca de mi ideal».

En ambos se evaluaron la capacidad hedónica y el autocontrol, así como los síntomas físicos (mareos y desmayos), incluidos los de depresión y ansiedad.

La capacidad hedónica de los participantes se relacionó de manera significativa y positiva tanto con el bienestar general como con la satisfacción con la vida. Es decir, las personas con una mayor capacidad para perseguir placeres a corto plazo también fueron más felices en sus vidas.

El autocontrol (que es necesario para lograr metas a largo plazo) también se asoció positivamente con el bienestar, pero el efecto de la capacidad hedónica fue mayor. Una mayor capacidad hedónica también se relacionó con menor presencia de síntomas físicos.

En un tercer estudio, se midió la capacidad hedónica en el momento antes de que los participantes realizaran una sesión de relajación de diez minutos. Durante la cual indicaron cuántos pensamientos intrusivos experimentaron. Antes y después de esta sesión, los participantes calificaron cuán relajados, tensos o alertas se sentían.

Como era de esperar, aquellos con niveles más altos de capacidad hedónica experimentaron menos pensamientos intrusivos durante la fase de relajación. Además, las personas que experimentaron pensamientos más intrusivos no encontraron la sesión tan relajante como las que no.

Para explorar los hallazgos en un entorno de la vida real, un cuarto estudio reclutó participantes en contextos específicos, por ejemplo, un café, un parque o una clase de yoga. Los participantes completaron una encuesta que evaluaba su capacidad hedónica y de autocontrol. Y también indicaron cuánto estaban disfrutando en el momento y sus razones para estar allí.

Los compañeros de los participantes también completaron un cuestionario en el que juzgaban el placer de los participantes en el momento. Nuevamente, aquellos con alta capacidad hedónica informaron haber tenido una experiencia más positiva y las impresiones de sus compañeros concordaban con esto.

Lo que podemos concluir sobre disfrutar los pequeños placeres

Entonces, si bien enfocarse en los objetivos a largo plazo y el autocontrol puede aumentar el bienestar, los resultados muestran que los placeres a corto plazo también son un factor clave. Aunque los pensamientos intrusivos pueden obstaculizar este proceso, como sugieren los resultados del tercer estudio.

Por supuesto, el autocontrol es importante hasta cierto punto: ceder a cada capricho que puedas experimentar no te dará una existencia particularmente saludable. Como señala el equipo: un equilibrio entre los dos probablemente resultará en niveles más altos de bienestar.

Si eres el tipo de persona a la que le resulta difícil disfrutar de los placeres a corto plazo y es más probable que experimentes pensamientos intrusivos, este equilibrio puede ser más difícil de lograr de lo podrías esperar. Pero permitirte a ti mismo comer, beber y divertirse podría hacer más para tu bienestar de lo que crees.

 

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