La ciudad de Hermosillo, Sonora, es considerada a nivel mundial uno de los sitios donde se registran altas temperaturas en verano, por ello, es importante aprovechar y conocer diversos materiales aislantes que pueden impactar de manera favorable el gasto económico al utilizar sistemas artificiales de enfriamiento, consideró Alejandra Samaniego Montaño, estudiante de la Maestría en Ingeniería Urbana de la Universidad de Sonora.
En su proyecto de investigación titulado Análisis de gasto energético y retorno de la inversión al utilizar materiales aislantes en una vivienda media en la ciudad de Hermosillo, Sonora, la alumna de tercer semestre de este posgrado dijo que, dado al desarrollo científico y tecnológico, hay múltiples opciones de sistemas de aislamiento y como resultado también abunda la información de aplicación y normativas que ayudan a regular la utilización de dichos complementos de construcción.
El reto que las personas enfrentan al querer implementar sistemas de aislamiento en la construcción o remodelación de viviendas es el costo del material, aunque a mediano o largo plazo puede ser redituable con el ahorro de servicio eléctrico, aseguró.
“El objetivo de mi estudio es que puedan conocer cuál es la diferencia energética y su traducción en gasto económico al momento de su construcción. El block ocasiona mayor consumo energético a diferencia de una misma vivienda que utiliza un sistema de aislante en una zona que predomina el calor en la mayor parte del año”, explicó.
Precisó que la investigación que desarrolla se basa en materiales que más se utilizan en la región según el Colegio de Arquitectos de Hermosillo, organismo que está integrado por profesionistas que se dedican a la construcción y evaluación de proyectos residenciales. El estudio se enfoca en una residencia media, según la Comisión Nacional de Vivienda con dimensiones de 102 metros.
“Es una inversión adicional que se tiene que realizar, estoy investigando el costo de diferencia de aplicar un sistema aislante y cuál será el tiempo de retorno de inversión con el gasto energético”, mencionó.
La egresada de la Licenciatura en Arquitectura de la Universidad de Sonora indicó que la metodología que utilizó fue en tres etapas; se investigó el sitio qué es Hermosillo, Sonora, que cuenta con temperaturas altas, después se diseñó el caso de estudio conforme a la tabla de clasificación de vivienda y se realizó una encuesta a los arquitectos para conocer el material más utilizado y saber su conductividad térmica y propiedades físicas.
“Después se utilizó un software llamado Sisevive Ecocasa de Infonavit que proporcionó la demanda específica total de la energía de la vivienda, de refrigeración, las emisiones totales de dióxido de carbono y si cumple o no con la NOM-020, la cual limita las ganancias de calor en edificios habitacionales a través de su envolvente.”
Es el punto donde me encuentro, después habrá que elaborar una ficha técnica al tener los datos de gastos energéticos, los presupuestos de los sistemas de construcción y las diferencias en costos en una vivienda sin aislante y con aislante”, añadió.
Samaniego Montaño abundó que también se analizará el gasto energético con base en base a la tarifa de la Comisión Federal de Electricidad para ver qué tanta se gasta al año en pago de energía y con esa infamación se hará un ejercicio de retorno de inversión para saber en cuánto tiempo se recupera por utilizar sistemas aislantes por el gasto energético, también llamado consumo de luz.
Por las características geográficas y climáticas de Sonora, en especial de Hermosillo, se utilizan más las placas de poliestireno, ladrillo o poliuretano y los beneficios se pueden especificar en un confort térmico al interior de la vivienda.
La estudiante universitaria sostuvo que es importante que la sociedad conozca los materiales aislantes para proteger sus viviendas, aunque representa un poco más de costo, pero el beneficio se obtendrá a mediano o largo plazo con el ahorro energético y contribuirá al cuidado del medio amiente, pues las viviendas es una de las principales en consumir energías que emiten gases de dióxido de carbono.
La asesora del proyecto de investigación es la profesora Ana Cecilia Borbón Almada y el trabajo fue expuesto en modo de ponencia en el II Foro del Posgrado Maestría en Ingeniera Urbana que fue organizado en días pasados por el Departamento de Ingeniería Civil y Minas de la institución.