La llegada de un hijo es una gran felicidad para los padres y la familia que los rodea como tíos y abuelos, sin embargo, muchas veces la necesidad por estar cerca del nuevo integrante de la familia puede generar conflictos que pueden solucionarse favorablemente.
En entrevista con Salud180.com, Matilde Matuk, psicoanalista Matilde Matuk, especialista de la Clínica de Asistencia a Paciente de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM) detalla que cuando los abuelos quieren participar en la educación de los nietos tiene que ver con el síndrome del nido vacío.
Cuando un hijo se va de casa, los padres buscan un motivo de vida, porque normalmente ya están retirados y entran en una crisis muy fuerte, ya que no tienen nada que hacer, es decir, buscan una razón de vivir”. La especialista comenta que muchas veces esta experiencia se supera con los nietos.
Los hijos están trabajando y se apoyan de los padres, entonces los abuelos sienten la necesidad de educarlos y ser ellos los que vuelvan a poner límites como una medida de sentirse que sirven de ayuda.
No obstante, cuando los abuelos no tienen claros los límites de su comportamiento con respecto a la nueva familia, se generan conflictos entre ellos y los nuevos padres.
¿Obsesionados con los nietos?
Cuando los abuelos sienten una obsesión por educar y tratar a sus nietos como si fueran hijos propios es normal que se identifiquen estos comportamientos:
- Se generan conflictos entre hijos y padres
- Buscan poner reglas al nieto y no respetan lo que dicen los padres
- El nieto entra en una crisis por la dualidad de reglas
Muchas veces por la angustia o la emoción de convertirse en padres, las personas permiten que los abuelos interfieran mucho en la relación con sus hijos. Por ello, lo más sano es que desde el principio se pongan límites a través de la comunicación, para evitar conflictos.
“Si desde el principio se comunican se hablan las cosas para identificar hasta dónde se permite y hasta donde no, es una manera de evitar conflictos. Además, se debe entender que los abuelos están en una crisis personal y que el nieto les puede ayudar a sentirse útiles y queridos”.
No obstante, es importante dejar claro que los abuelos no educan sino que sólo acompañan, consienten y pasan ratos agradables con los nietos, señala Matilde Matuk.
“La comunicación hace que las relaciones personales se vuelvan excelentes, porque ante los conflictos, la posibilidad de poderlo hablar sin que se ofenda la gente, es un plus”
Cuando los nuevos padres o abuelos necesiten aclarar algo, lo importante no es ponerse a la defensiva, siempre empezar hablando con un error propio. Lo primero es asumir la responsabilidad y después decir lo que les molesta de los demás, para llegar a un acuerdo sin lastimar a los demás, menciona la especialista.
Los abuelos son un gran apoyo para los nuevos padres, son necesarios y la obsesión de éstos es más por la necesidad de agradar y sentirse queridos, por ello, cuando se brinquen los límites, lo mejor es hablar con ellos antes de alejarnos y sentirnos agredidos, concluye la especialista.