Para mantener una buena salud respiratoria, es más importante tener una dieta sana y determinados hábitos de vida saludable que incorporar alimentos supuestamente milagrosos que actúen como antídotos frente a posibles afecciones.
Lo explica el jefe del servicio de Neumología del Hospital Virgen del Mar de Sanitas, en Madrid, Luis Arvelo: “No hay recetas mágicas. Hay cosas que podemos hacer para mejorar la capacidad pulmonar como el ejercicio aeróbico, y otras que tenemos que evitar como el tabaco, la obesidad y la contaminación. Hasta el momento no se ha demostrado con evidencia científica que existan nutrientes que puedan proteger las vías respiratorias”. Por su parte, la dietista-nutricionista Paloma Quintana señala que lo mejor para prevenir afecciones respiratorias es “tener un sistema inmune fuerte, que si bien no es la panacea, sí que puede hacer que cualquier patología relacionada con las vías respiratorias sea menos virulenta. Esto implica, en primer lugar, dejar de fumar, que afecta negativamente a la salud respiratoria”.
El cuerpo es capaz de depurarse a sí mismo si llevamos una alimentación adecuada
Quintana insta, en este sentido, a apostar por una alimentación variada y equilibrada, rica en nutrientes como la vitamina C y otros antioxidantes fundamentales para el sistema inmune, y a desconfiar de algunos hábitos milagrosos como las limpiezas de pulmones (“lung detox”), que se han puesto de moda en los últimos tiempos. “El cuerpo es capaz de depurarse a sí mismo si llevamos una alimentación adecuada: no es necesario hacer limpiezas pulmonares a base de caldos, zumos o chupitos. Del mismo modo que el hígado y los riñones, los pulmones tienen sus propios mecanismos para depurarse sin necesidad de tratamientos de choque, cuya efectividad no es más que un bulo”, explica la experta.
Nunca como hasta ahora la población había prestado tanta atención al aparato respiratorio, el más afectado por la covid-19. “Ingerir determinados alimentos no nos va a librar de contraer la enfermedad, pero sí podremos protegernos de ella si mantenemos un sistema inmune fuerte”, explica Quintana. Por su parte, Arvelo recuerda que “las enfermedades infecciosas, como la neumonía, son las que más afectan a las vías respiratorias, así como el asma y el EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), causado en su gran mayoría por el tabaco”. El doctor recuerda que es necesario “mantener una vida activa alejada del sedentarismo, y una alimentación equilibrada, con el objetivo de evitar la obesidad”. Es importante, además, garantizar el aporte de una serie de nutrientes fundamentales, presentes en numerosos alimentos.
Agua
El agua es básica para la salud respiratoria. “Tanto cuando se tiene covid como post-covid, así como para que se eliminen sustancias nocivas y haya un correcto intercambio de gases, es esencial hidratarse correctamente”, explica Quintana. La nutricionista recuerda, sin embargo, que no debemos obsesionarnos con una cantidad concreta, ya que la necesidad de agua depende de numerosos factores, además de que son muchos los alimentos presentes habitualmente en la dieta que contienen agua, desde las frutas y verduras a caldos, sopas e infusiones.
Pimiento rojo
Su gran aporte en vitamina C hace que el pimiento rojo sea adecuado para proteger al organismo de infecciones, ya que fortalece el sistema inmune. Quintana recomienda comerlo siempre crudo, para aprovechar así todos sus nutrientes, e invita a experimentar con nuevas maneras de consumirlo. “Podemos prepararnos un tentempié a base de huevo duro y unos bastoncitos de pimiento crudo y tendremos una propuesta completísima y muy saludable, o combinarlo con hummus y otras salsas”. Fresas, cerezas y otras frutas de temporada también son ricas en vitamina C, de manera que conviene potenciar su consumo. “No hace falta obsesionarnos con un alimento concreto, sino garantizar un aporte variado de frutas y verduras de temporada”.
Brócoli
Según un estudio publicado en el American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, el brócoli contiene sustancias capaces de regular la cantidad de componentes clave en el sistema de defensa epitelial de los pulmones. Es una de las verduras más ricas en antioxidantes, uno de ellos el sulforafano, que diversas investigaciones científicas han relacionado con mejores pronósticos en los tumores malignos de pulmón.
Salmón
Tanto el salmón como otros pescados grasos, así como los lácteos y los cereales integrales, son algunos de los alimentos que contienen vitamina D. Esta se obtiene a través de los rayos solares, de manera que los alimentos por sí solos no van a proporcionarnos toda la que necesitamos. Quintana explica que la vitamina D es fundamental para el correcto funcionamiento del organismo, y que en los últimos tiempos “mucha gente se ha visto obligada a suplementarla, tras pasar tanto tiempo encerrada”. Por su parte, Arvelo señala que “existe una relación entre la vitamina D y enfermedades como el asma bronquial y la covid-19, que probablemente se deba al papel modulador que tiene esta vitamina en el sistema inmunológico, aunque todavía quedan estudios que realizar para entender mejor esta relación”. En cualquier caso, es conveniente consultar siempre con un especialista antes de suplementar este o cualquier otro nutriente.
Ajo
Según una investigación realizada por el Centro Provincial Jiangsu para el Control y Prevención de Enfermedades de China, publicado en la revista Cancer Prevention Research, las personas que comen ajo crudo al menos dos veces a la semana tienen un 44% menos de riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón. “El ajo es un potente antivírico y antiséptico, de manera que conviene incluirlo en todo tipo de preparaciones, desde ensaladas a otras recetas”, explica Quintana.
Miel
Pese a su alto contenido en azúcares, que nos obliga a consumirla con muchísima moderación, la miel tiene efectos antitusivos. “Existen evidencias de que la miel puede ayudar a prevenir gripes, catarros y a tratar la tos, de manera que una cucharadita pequeña de miel sin procesar, asumiendo que tiene azúcares y que por tanto debemos moderar su consumo, puede ayudar a mejorar el estado de las vías respiratorias”, explica Quintana.
Zanahoria
Rica en provitamina A, el consumo de zanahoria, así como algunas frutas como el melón, tiene relación con la buena salud de las vías respiratorias. Según un estudio publicado en el BMJ Nutrition, Prevention & Health, la vitamina A, junto con la E y la D, puede reducir los problemas respiratorios en adultos. Otras fuentes de vitamina A son los lácteos, las verduras de hoja verde oscuro y las frutas de color naranja. Quintana recomienda incorporar también a la dieta otra fuente de vitamina A como es el huevo, donde esta vitamina se encuentra presente de forma activa. El huevo contiene, además, vitaminas E y D, relacionadas con la buena salud pulmonar.
Por último, en cuanto a la posible influencia del estrés en nuestro sistema respiratorio y en nuestro estado de salud en general, Arvelo se muestra cauteloso. “En medicina, es difícil hacer este tipo de valoraciones y no se puede dar una respuesta categórica. Lo normal es que el estrés influya, y que interactúe con otra serie de factores que también puedan afectar a nuestro sistema respiratorio y a nuestra salud”, concluye.