Las autolesiones, o también conocido como síndrome “cutting”, son una nueva práctica que se ha incrementado en los últimos tiempos en adolescentes y jóvenes, esta conducta compulsiva consiste en rayarse los brazos, antebrazos, abdomen, muslos y piernas con objetos filudos como una forma de calmar su ansiedad.
Los jóvenes y adolescentes que practican el “cutting” buscan sentir un “alivio” a sus sentimientos de arrepentimiento, remordimiento, tristeza y depresión por lo que tienen altas probabilidades de intentar suicidarse en algún momento.
Se cree que las causas del síndrome de cutting son generalmente ocasionados por abuso sexual, físico o emocional, bullying escolar, violencia intrafamiliar, trastorno de estrés, retraso mental, separación de los padres, autismo, ciertos trastornos metabólicos, dolor tras la muerte de un ser querido, ruptura amorosa, falta de comunicación entre padre e hijo, ansiedad o depresión.
Las principales características del adolescente con síndrome de cutting son notorias, presta mucha atención a las siguientes conductas:
- Cambios en la forma de vestir (ropa larga o uso de bisutería para tapar las lesiones)
- Aislamiento
- Quemarse la piel
- Pincharse con agujas o alfileres
- Golpearse la cabeza
- Morderse
- Arrancarse el cabello
- Arañarse
- Tatuarse
Se debe actuar a tiempo ante estas conductas compulsivas, ya que el adolescente desconoce su anatomía del cuerpo y podría lesionarse alguna arteria importante y perder mucha sangre, y en casos extremos fallecer desangrado. Además de las desagradables marcas que dejan las cicatrices, las cuales pueden facilitar la desaprobación social, dificultar el conseguir una pareja o un empleo.
El autolesionarse es una forma de autodestruirse, que predispone al adolescente poco a poco al suicidio, para evitar llegar a estos niveles de inestabilidad emocional es importante que los padres aprendan a comunicarse con sus hijos desde pequeños para que su adolescencia sea plena y feliz.
Fuente: institutoneurociencias.med.ec