Por: Dennise Cebreros W.
El primer día tras volver a abrir el negocio, en plena pandemia, el panorama fue desolador: las famosas “Tortas de calidad”, también conocidas como “Tortas del ITH”, sólo vendieron 15 piezas.
Durante años sus ingredientes y modo de preparación las han caracterizado: Pan de telera recién horneado, distintas especialidades listas para llevar; la más pedida es la italiana, con carne molida, salsa, champiñón, philadelphia… o la torta de carne de hamburguesa con aderezos de chipotle… y la de lomo con pierna en su jugo. Pero no fue suficiente la calidad que las define: a principios de mayo, que volvieron al punto ubicado en las calles Tecnológico y Talamante en Hermosillo, no fue un buen inicio.
El semáforo de la pandemia alertado por las autoridades a nivel nacional y estatal se expresa en colores, cierto, pero se expresa también en las ventas y compras de esta ciudad. La oferta y la demanda. La Familia García, lo sabe.
“Vino la pandemia y para empezar cerramos 50 días, es negocio familiar y mis papás no son tan mayores, pero queríamos cuidarlos. Cuando los ahorros se estaban acabando, ya era necesario chambear y regresamos a trabajar.” comentó Roberto.
En Hermosillo el color del semáforo se lee en la cola de las compras de comida rápida y en las ventas. Y para la Familia García, el semáforo está cambiando poco a poco: ahora vende de 80 a 100 tortas diarias.
No es ni el 50% del total que vendía antes, pero han ido aumentando, y conforme a las métricas, calcula, quizás en unos meses alcance los niveles de lo que vendía antes. Además, dice, la pandemia le hizo encontrar clientes que antes no veía. “Está muy padre aquí porque no solo dependemos de la escuela. Es un pasadero de gente y ya tenemos otros clientes.”
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que registra las caracteristicas ocupacionales de la población de 15 años y más, durante el primes trimestre de 2020 en México el 56.1% estaba en la informalidad; En Hermosillo, la tasa de ocupación en el sector informal* en ese mismo período era del 18% y la tasa de infromalidad laboral**alcanzaba 34.8%. A partir de la pandemia muchas personas han recurrido a sus habilidades o han desarrollado algunas para desde la informalidad enfrentar el desempleo en el que han caído o la baja que los ingresos familiares han registrado.
Las autoridades y especialistas –además de organizaciones internacionales- recomiendan mantener los cuidados al máximo, y las medidas protocolarias para alcanzar la seguridad y evitar contagios.
De seguirse estas medidas y continuar a la baja las hospitalizaciones, más emprendedores como la Familia García irán abriendo y recuperando sus clientes.
“Ahorita solo queda seguirle con lo que tenemos… seguir con el sabor y mejorarlo.” nos compartió Roberto García.
*Porcentaje de la población ocupada que trabaja para una unidad económica que opera a partir de los recursos del hogar pero sin constituirse como empresa de modo que la actividad no tiene una situación identificable e independiente de ese hogar.
** Porcentaje de la población ocupada que es laboralmente vulnerable por la naturaleza de la unidad económica para la que tabajan y/o cuyo vínculo o dependencia laboral no le da acceso a la seguridad social o no es reconocido por su fuente de trabajo.