
Detalla a pinceladas mi dolor, mi tristeza.
En cada cicatriz, en las palabras que me he dicho en el espejo viéndome a los ojos, mientras las lágrimas me recorrían hasta envejecer.
Quiero dejar constancia de esta maldita destrucción, que se quede allí plasmada y se disuelva de mí.
Quiero que me pintes el alma, en la profundidad de mis ojos sin brillo.
Abismales pozos que alguna vez fueron soles del desierto.
Itzayana de Carrera.
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